¿Dónde está la comunidad internacional?

lunes, 18 de julio de 2016

Por su importancia y actualidad, reproduzco a continuación algunos párrafos de la “Tribuna” que publicó en el Diario de Sevilla el Prof. Juan Antonio Carrillo Salcedo, el 4 de marzo del año 2000. Una de las tareas más urgentes que tenemos en estos momentos, acuciados por la posibilidad de alcanzar puntos de no retorno, es escuchar ahora y poner en práctica las advertencias que con tanta lucidez y anticipación formularon estas personas–vigía, estas personas-faro de las que el Prof. Carrillo Salcedo es, sin duda, uno de los máximos exponentes. 

En las frases iniciales, antes del propio título, escribe: “Los países ricos dan la espalda a Mozambique. Si no despertamos, nadie se salvará. Si el sufrimiento quedase reservado a los pobres, nadie dará crédito a los valores que el mundo rico dice sostener y pasaremos a la historia como ejemplo de cinismo moral y miopía política”.

...”Hoy en Mozambique, ayer en Centroamérica o Filipinas, un desastre provoca muerte y desolación, centenares de miles de seres humanos desplazado… Imágenes de los pueblos crucificados de nuestro tiempo, que nos conmueven y nos impulsan a lamentar su tragedia, dar una ayuda mediante un ingreso en una cuenta corriente de Cruz Roja o de alguna ONG humanitaria, para finalmente terminar olvidándoles. Hasta que la próxima tragedia humanitaria repita el ciclo… 

…Los pobres siempre sufren más, y las catástrofes, naturales o políticas, ponen de manifiesto con mayor intensidad sus carencias y problemas estructurales. Y para salir de esa situación necesitan de su propio esfuerzo y de la ayuda que deben y pueden recibir de la comunidad internacional. Pero, ¿dónde está la comunidad internacional? Para una guerra, como la del Golfo o más recientemente la de Kososvo, en nombre de la comunidad internacional se movilizaron inmensos recursos, entre ellos aviones, helicópteros… Ahora, en Mozambique, los recursos que se movilizan son escasos, como si los poderosos únicamente tuvieran poder para hacer una guerra pero fueran impotentes frente a una catástrofe humanitaria. 

El pueblo de Mozambique ha sufrido la guerra civil y ahora el efecto destructor de ciclones e inundaciones… Como los demás de su condición, parece que está ahí para dar testimonio del destino de los pobres: sufrir y, todo lo más, recibir la ayuda espontánea, e insuficiente, de gente de buena voluntad y algún socorro dispensado por gobiernos. 

Hace falta que la comunidad internacional deje de ser un concepto retóricamente utilizado por los poderosos cuando quieren legitimar su recurso a la fuerza, para ser una realidad que exprese un mundo más solidario y más justo. Un mundo en el que la ONU dispusiera de medios para hacer frente a las situaciones de emergencia humanitaria, tanto si éstas se deben a la naturaleza como si tienen otras causas… 

La conmiseración y la caridad son saludables y positivas, pero no bastan y habría que preguntarse cómo podríamos afrontar estas situaciones con mayor eficacia y mayor decencia. ¿Sería utópico proponer que los Estados miembros de las Naciones Unidas, entre ellos España, pusieran de modo permanente a disposición de la Organización recursos financieros y materiales para que la ONU pudiera actuar, pronta y eficazmente, en situaciones de emergencia humanitaria, cualquiera que fuera su causa, en las que las vidas de millones de seres humanos se ponen en peligro? ¿Sería muy utópico proponer que los países desarrollados, entre ellos España, fuesen más conscientes de que la pobreza es el mayor desafío, condonasen la deuda externa de los países más pobres, dedicasen el 0.7% de su PIB a la ayuda oficial al desarrollo y abriesen sus mercados a las materias primas y productos manufacturados de los países subdesarrollados? 

Muchos dirán que esto es irrealizable y un sueño. 

Pero, si no despertamos, nadie se salvará…”. 

Es ahora oportuno repetir, 16 años después, la alarma y consejo del Prof. Carrillo. Un cambio radical es apremiante. No podemos seguir siendo una unión monetaria en Europa. No podemos seguir sin poner en práctica nuestros deberes humanos con los refugiados y emigrantes. No podemos seguir permitiendo que los brotes xenófobos y fanáticos no se sitúen inmediatamente fuera de la ley. No podemos seguir arriesgándonos a dejar a las generaciones venideras como legado un planeta con la habitabilidad deteriorada. 

Leyendo la propuesta del Prof. Carrillo Salcedo, la situación de emergencia global debería llevarnos a convocar una sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que participaran instituciones civiles globales y regionales para afrontar debidamente los procesos potencialmente irreversibles: medioambientales, extrema pobreza, amenaza nuclear. Dedicar a la seguridad “humana” una parte de los ingentes caudales que se dedican a “seguridad militar”. El International Peace Bureau ha iniciado la campaña, que finalizará el día 30 de septiembre en Berlín, de “Desarme para el Desarrollo”… 

Sabias advertencias e iniciativas como las que hoy, transcurridos ya 16 años, reiteramos, podrían resolver, al menos, los más apremiantes problemas de la humanidad. Esperemos que la “miopía política” y el “cinismo moral” no sean ahora, sobrecogidos por el espanto, los que prevalezcan y sepamos, urgidos por las circunstancias, reaccionar eficazmente.

4 comentarios

Juliana Luisa dijo...

Estoy de acuerdo con sus consideraciones. Estamos vuvuendo unos momentos muy dificiles y peligrosos

Un saludo

18 de julio de 2016, 18:38

Esto se escribe el mismo día que el Parlamento británico aprueba renovar su arsenal nuclear, o el mismo día que Turquía anuncia querer reinstaurar la pena de muerte a espaldas de Europa, porque ya saben que Europa es un tocomocho. El mismo día que el Sr. Trump va como un tiro hacia la Casa Blanca, y el mismo día que se destapa que Rusia dopaba a sus deportistas olímpicos para estar arriba en el medallero por aquello del ¨orgullo pratiótico¨.

Yo le respondo a su pregunta Sr. Federico: la ¨Comunidad¨ Internacional simple y llanamente ya no existe. No me cansaré de repetir que esto es un ¨sálvese quien pueda¨ internacional que nos condena a todos. Mi repulsa y condena a los que pudiendo evitarlo, sabiéndolo y teniendo parte de la solución en su radio de acción a través de la decisión, callan, otorgan, y desoyen, por puro interés inmovilista. Usted ya sabe a quién me refiero.

Un abrazo sentido, ya empieza a ser tarde hasta para preocuparse. El ¨no retorno¨ ya está aquí.. (pues muy bien, tendremos lo que tengamos que tener).

Estoy indignadísimo.

19 de julio de 2016, 13:52
Camino a Gaia dijo...

En mi opinión deberíamos darle la vuelta al discurso. Para decir en voz alta y clara que lo realmente utópico es pensar que con mejores armas tendremos mejores guerras
que con el "salvese quien pueda" algunos podrán salvarse
que con mas maquillaje la mentira será lucienco mejor que la verdad
que la corrupción gobierna mejor un mundo podrido
que duele menos cuando no miramos
que después de arrasar este mundo tendremos otros
que habrá dignidad sin respeto, cultura sin educación,
que todo mejorará cuando tengamos aún mas poder o menos responsabilidad,
que habrá menos estupidez cuando eliminemos la inteligencia
que habrá mas seguridad cuando todos estemos armados
que seremos mas ricos cuando otros sean mas pobres
que el fuerte sobrevivirá porque muere del débil
que las máquinas heredaran la tierra
y que todo irá bien haciendo las cosas mal.

19 de julio de 2016, 23:57
Josentonio dijo...

18 de julio,cualquier pasado fue mejor porque genero esperanzas

21 de julio de 2016, 12:46