¡Tiempo para pensar, para expresarse, para participar en grandes clamores populares!

viernes, 27 de noviembre de 2015

La abstracción y distracción con la fantástica tecnología digital está alcanzando límites excesivos. Todos los que me rodean ahora mismo en el tren están absortos manejando con afán los móviles, los Ipads, los ordenadores… Ayer por la tarde, en el café, lo mismo… Algunas personas, en lugar de hablarse, pulsaban con determinación el WhatsApp… o lo que sea. 

No podemos aplazar levantar la voz sobre tantos temas cruciales, ni reaccionar ante las gravísimas amenazas a las que debemos hacer frente. No podemos dejar de apoyar iniciativas que, si tuvieran múltiples adhesiones podrían hacer realidad el sueño de la participación, el tránsito de súbditos a ciudadanos, de espectadores impasibles a actores. 

Estamos en momentos cruciales en que, si no se aplican los remedios correctos a tiempo pueden alcanzarse –especialmente en cuestiones sociales y medioambientales- puntos de no retorno. 

No podemos defraudar a las generaciones venideras. Sería una irresponsabilidad histórica. 

Mañana puede ser tarde. Cada uno debe reapropiarse de un poco de su tiempo para pensar, para ser, para asentir o disentir.

Frente al terror, dos sabias viñetas de Forges y El Roto

miércoles, 18 de noviembre de 2015



El Roto (El País, 18 de noviembre de 2015)















Forges (El País, 18 de noviembre de 2015)















Parafraseando un conocido refrán, con frecuencia “más vale una viñeta que cien sermones”. 

La reacción a la barbarie debe ser una alianza global (ver “Amenaza global, reacción global”) que incluya, además de las acciones de fuerza realmente indispensables, la máxima coordinación de los servicios de inteligencia; una rapídisima y amplia ayuda a los emigrantes y desplazados y, también, a sus países de origen para que no se vean forzados a abandonarlos por la extrema pobreza en la que viven y mueren (pensar en los miles de seres humanos que mueren de hambre todos los días); y acciones muy inteligentes y perseverantes en los medios de comunicación y procesos educativos, con grandes dosis de filosofía para que, como establece magistralmente la UNESCO, los educados sean “libres y responsables”, capaces de oponerse firmemente al fanatismo… 

Sí: estas dos viñetas pueden ayudar mucho a unir voluntades adecuadamente.

Más filosofía y más arte

martes, 17 de noviembre de 2015

La educación, no me canso de repetirlo, consiste en alcanzar el pleno ejercicio de las facultades distintivas de la especie humana -pensar, imaginar, anticiparse, inventar, crear!- de tal modo que los seres humanos sean, como magistralmente establece la Constitución de la UNESCO, “libres y responsables”. Libres para, las alas sin adherencias ni lastre, volar alto en el espacio infinito del espíritu. Libres, actuando siempre en virtud de las propias reflexiones y nunca al dictado de nadie. Y responsables, teniendo en cuenta, junto a los derechos, los deberes en relación a los “otros”, próximos o distantes, coetáneos o pertenecientes a las generaciones venideras… 

Educación es mucho más que capacitación, que formación en actividades y destrezas profesionales, es más que conocimiento e información (sobre todo, mucho más que información por noticieros, ya que la noticia es, por su propia naturaleza, lo insólito, lo no habitual, lo extraordinario). 

Pues bien: para esta educación “troncal”, son esenciales la filosofía y las artes, y no lo es la simple transferencia de técnicas y métodos que deben ser siempre “además de” y no “en lugar de “. 

Pensar y crear. “Dirigir la propia vida”, decía D. Francisco Giner de los Ríos hace más de un siglo. Con estos “educados”, el mundo entrará en una nueva era. Habrán aprendido a ser y a rebelarse. Con los “competitivos y gregarizados”, seguiríamos fomentando las asimetrías actuales, las filias y las fobias, y las emociones multitudinarias, la obcecación y el fanatismo. Han aprendido a tener y a ser sumisos. 

Para la transición de súbditos a ciudadanos plenos, más filosofía y más artes.

AMENAZA GLOBAL, REACCIÓN GLOBAL

sábado, 14 de noviembre de 2015

El mundo no puede seguir ensangrentado y amedrentado por un grupo de fanáticos capaces de cometer los más horrendos crímenes. Es necesaria una reacción a escala mundial, que no sólo tenga la fuerza real y moral para actuar con firmeza y diligencia ahora, sino que, sabiendo las causas, pueda evitar que se repitan en el futuro. 

Está claro que las acciones parciales y dispersas no son eficientes. También lo está que ha sido un colosal error debilitar al sistema de las Naciones Unidas sustituyéndolas por grupos plutocráticos (G.7, G.8, G.20) y emprender acciones militares sin contar, al menos, con el consentimiento del Consejo de Seguridad. 

Es imprescindible una gran alianza para, dejando a un lado de momento aspectos y criterios diferenciales, actuar coordinadamente para resolver desafíos que afectan a todos los países sin excepción. 

Junto al terrorismo, la extrema pobreza origina miles de muertos todos los días e induce a muchos seres humanos, desamparados, a abandonar los lugares de origen e intentar llegar, en una emigración terrible, que genera más sentimientos de animadversión todavía, por la insolidaridad, a países que se caracterizan hoy por el desconcierto, desorden e improvisación. 

Terrorismo, extrema pobreza… y medio ambiente, porque la emergencia ecológica actual puede alcanzar en breve plazo puntos de no retorno que afectarían de forma irreversible a la habitabilidad de la tierra. Sería una irresponsabilidad histórica e inverosímil que las presentes generaciones dejaran a las siguientes un legado de condiciones de vida muy precarias. 

Hace unas semanas, en una “declaración conjunta” cuyos primeros firmantes son, junto a nosotros, Mijail Gorbachov, Mario Soares, Garry Jacobs (WAAS), Colin Archer (IPB) y François de Bernard (https://declaracionconjunta.wordpress.com/acerca-de/), urgíamos, ante hechos potencialmente irreversibles, la celebración de una sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas con el exclusivo fin de adoptar medidas globales frente a los problemas mencionados, al tiempo que se diseñaba una “hoja de ruta” conducente a la refundación de las Naciones Unidas. 

Renovamos ahora con especial apremio aquel llamamiento. Todos unidos frente a procesos que más tarde no tendrían remedio. Únanse ya, con gran urgencia, los mandos de los países y asociaciones regionales más concernidos pero, sobre todo, acuerden convocar sin demora –para respiro de “Nosotros, los pueblos…” con que se inicia la Carta de las Naciones Unidas- la citada Sesión Extraordinaria, que podría marcar “un nuevo comienzo”, inaplazable en estos momentos de angustia y desolación.

Federico Mayor Zaragoza y Roberto Savio

Para no alcanzar puntos de no retorno...

viernes, 13 de noviembre de 2015

Forges (El País, 13 de noviembre 2015)


















Para que esto no ocurra es imprescindible la transición desde el sistema económico actual, basado en la especulación, la deslocalización productiva y la guerra al desarrollo sostenible, basado en el conocimiento científico. Desarme para el desarrollo. Desarme para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) Sólo con el 20% de las inversiones actuales en armas y gastos militares (3.000 millones de dólares al día) podría producirse la inflexión que es inaplazable para no alcanzar puntos de no retorno y para asegurar la habitabilidad de la tierra. 

Hay que levantar la voz. "Los pueblos" no pueden seguir callados. Y, sobre todo, la comunidad científica, académica y artística no puede mantenerse como espectador impasible. Bien al contrario, debe ser movilizadora del cambio. 





Emergencia social y ecológica. Únete a la Declaración Conjunta

jueves, 5 de noviembre de 2015

El tiempo apremia y, como sucede con los mensajes del Papa y de Obama, es preciso lograr, en cumplimiento de una responsabilidad intergeneracional impostergable, compromisos muy concretos de comportamiento social y ecológicos a escala mundial. La Cumbre de París sobre el Medio Ambiente, que se celebrará el próximo mes de diciembre, no puede fracasar en la urgente adopción de medidas para salvaguardar la habitabilidad de la Tierra. Existen motivos para la esperanza y la movilización: 

1. La reciente Encíclica Ecológica del Papa Francisco que se incia así: “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la prepocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”. Añade: “Los jóvenes nos reclaman un cambio. Se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en el sufrimiento de los excluidos… Necesitamos una solidaridad universal nueva…” 

2. La importantísima decisión del Presidente Obama con un plan de choque contra el cambio climático manifestando: “Somos la primera generación que siente las consecuencias del cambio climático y la última que tiene la oportunidad de detenerlo”. 

3. En su discurso en Roma 27-29 de mayo de 2015 en el International Climate Change Simposium, el Presidente Mikhail Gorbachev manifestó: “París será el próximo mes de diciembre la última oportunidad para limitar en 2ºC el ascenso de temperaturas en relación a la época preindustrial”. 

4. El Acuerdo de los Alcaldes de Capitales y Grandes Ciudades, liderado por la Alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha preparado un gran acuerdo sobre “el Cambio Climático: compromiso europeo y soluciones locales”. 

Medidas tajantes para evitar el racismo y la xenofobia

lunes, 2 de noviembre de 2015

En Alemania, en Dresde, más de 20.000 ciudadanos han exigido en la calle “deportaciones masivas inmediatas”. 

En Suiza, la ultraderecha se ha convertido en la mayor fuerza política de la Confederación, que aboga por la rápida reducción de inmigrantes (con la excepción, claro está, de los que van, sigilosamente, a depositar fondos en su inmenso vergel de cajas de caudales). 

En este tema no pueden aplicarse paños calientes ni aceptar excusas. No olvidemos que se empezó cantando “Deutschland über alles” -versión Goebels- y se acabó en Auschwitz… 

Todos los seres humanos son iguales en dignidad. Dejar de hablar de la “sociedad del bienestar”, que no alberga a más del 18-20% de la humanidad, y ejercer plenamente la solidaridad que tanto bien hace a quien la recibe y, sobre todo, a quien la practica. 

La Unión Europea –estrictamente monetaria, para el profundo pesar de los europeos- va reaccionando tímidamente. Es imprescindible que ahora se adopten medidas de emergencia pero, simultáneamente, tienen que ponerse en práctica las de hondo calado y, muy especialmente, las que representen un importante incremento de las ayudas al desarrollo y la cooperación internacional, con el fin de asegurar una vida digna para todos en sus lugares de origen. 

Hay que acabar con un sistema que permite que cada día se inviertan 3000 millones de dólares en armas y gastos militares al tiempo que mueren de hambre y desamparo 20.000 personas, la mayoría de ella niñas y niños de uno a cinco años de edad. No me canso de repetirlo, porque es esta seguridad, la “seguridad humana”, la que debemos garantizar para hacer frente a las inhumanas condiciones en que viven hoy tantas personas. 

Bastaría con que se dedicara a “seguridad militar” el 80% de los fondos actuales, pero el 20% se destinara a “seguridad humana”. Sólo con ésto, se cambiaría radicalmente la actual situación a escala mundial. 

¡Refundar un multilateralismo democrático, unas Naciones Unidas dotadas de los recursos personales, técnicos, militares y financieros que son precisos! 

Es apremiante, ahora mismo, convocar una reunión extraordinaria de la Asamblea General, con el fin de abordar aquellos temas que pueden conducir a puntos de no retorno, especialmente en cuestiones medioambientales y sociales. No podemos imaginar la indignidad, la irresponsabilidad que representaría afectar de forma irreversible la habitabilidad de la Tierra. Y entre los procesos en que la emoción sustituye a la razón y la obcecación al buen sentido, el sentimiento de supremacía étnica puede conducir a inmensos descalabros. No deben tolerarse ni un instante. Deben saberlo muy claramente los que sólo saben hablar de primas de riesgo, de deudas y de porcentajes diversos. Hoy la gobernación mundial requiere que, en algunos temas al menos, se actúe con eficacia y contundencia.