Los invisibles: “ojos que no ven…”

lunes, 24 de junio de 2013

Durante siglos, la inmensa mayoría de los seres humanos han vivido confinados en unos cuantos km2, donde nacían, vivían y morían en el anonimato más absoluto. 

De vez en cuando, un destello, originado en la reflexión más que en la contemplación, capaz de traspasar el reducido entorno y proyectarse más allá, incluso, a veces mucho más allá, de los límites cercanos.

Sometidos, sumisos, silenciosos, atemorizados. 

La historia de la humanidad es la del poder absoluto masculino, de algunos hombres tomando decisiones que afectaban al resto de los hombres y a todas las mujeres. ¿Cuántos súbditos? ¿Cuántos vasallos? Eran simples números, que debían obediencia al mando, al que ofrecían sin rechistar su propia vida cuando los designios del poder lo exigían. 

Y así, desde el origen de los tiempos hasta que, de pronto, los invisibles han cobrado semblante, han podido observar el conjunto del planeta y asomarse al cosmos, y observarse entre ellos y darse cuenta de su infinita diversidad, de su unicidad, de sus facultades distintivas… 

“Ojos que ven, corazón que siente”, mente medita, imagina, ¡inventa! Ahora, por fin, una nueva era en que todos los seres humanos se incorporarán progresivamente a la calidad de “educados” que, según la definición magistral de la UNESCO, significa ser “libres y responsables”. 

“Liberados del miedo”, por el pleno ejercicio de los Derechos Humanos, todos vivirán plenamente las capacidades exclusivas de la especie humana. Los invisibles se habrán hecho visibles, gracias en buena medida a las nuevas tecnologías de la comunicación, y muchos imposibles hoy serán realidad mañana.

Aunque el inmenso poder mediático intentará mantenerlos de espectadores obcecados e impasibles, el tiempo del silencio, de la obediencia, de la rutina y de la inercia, ha concluido. 

Y concluirá también el tiempo de la codicia sin límites, de la simulación, de la opacidad, de las asimetrías e inequidades. La participación popular hará que las democracias, hoy tan frágiles y “blindadas”, sean realmente emanación directa de los pueblos. 

Decía el Presidente del Perú Ollanta Humala que “ya no se puede hacer invisibles a los pobres como hace 50 años”. Tiene razón. Ya no se van a dejar difuminar ni ocultar. Porque han visto. Porque ya saben. Porque ya sienten. 

Tomen nota quienes, encumbrados, todavía pretenden prolongar la invisibilidad, la opacidad, el pavor: la inflexión histórica de la fuerza a la palabra, de la oligocracia a la democracia, se avecina. 

En muy poco tiempo, todos los seres humanos visibles.

Ridícula imagen del G8

jueves, 20 de junio de 2013

Distendidos, sonrientes, altos representantes de Japón, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Canadá e Italia, siete hombres descorbatados y una mujer (Angela Merkel), acompañados, en los extremos, por los Presidentes de la Comisión y de la Unión Europea, saludan al público al final de la “cumbre” del G-8 en Irlanda del Norte. 

¿De qué se ríen los pertenecientes a este sucedáneo, ineficiente y pretencioso grupo del multilateralismo internacional? Al menos, después de tantos dislates y crisis ocasionadas podrían fotografiarse más circunspectos. 

Y decidir ya, sin más demora, abandonar este pérfido “invento” del dúo Reagan-Thatcher y empezar a re-construir con diligencia unas Naciones Unidas dotadas de la autoridad y medios (personales, financieros y técnicos) adecuados. 

Como sucede siempre, el resultado de la reunión ha sido cuatro generalidades y propósitos en los que nos han defraudado repetidamente: “las potencias acuerdan luchar contra la evasión, reforzando las propuestas de la UE en relación a los paraísos fiscales y condenan la austeridad indiscriminada”… ¿Recuerdan que cuando el “rescate” en tiempos propicios por la “sorpresa” de la crisis prometieron ya solemnemente –en 2008- que se regularían los flujos financieros y se eliminarían los paraísos fiscales? Hoy están más colmados que nunca. 

Por otra parte, todas las medidas figuran en “condicional”, como simple recomendación: “los países deberían…”; “las multinacionales deberían…”; “la restauración de la estabilidad financiera necesita ir de la mano…”; “la política fiscal debería…” debería… debería… 

¿Cómo pueden pretender –no me canso de repetirlo- 6, 7, 8 o 20 países dirigir un mundo de 196 Estados? Lo que hicieron fue debilitar el Estado-Nación, transferir poder económico y político a grandes consorcios supranacionales, marginar a la ONU y sus instituciones, y sustituir los valores éticos por las leyes del mercado. 

Quizás su sonrisa indica que “todavía mandamos bastante”. Porque las Naciones Unidas nacieron para contribuir –“Nosotros, los pueblos…”- al diseño y construcción de un mundo mejor. Y el G7, G8,… se originaron, con grandes ambiciones hegemónicas, para seguir siendo los más prósperos y poderosos. 

Pero, a diferencia de la década de los ochenta, el tiempo del silencio ha concluido. Ahora, los seres humanos han dejado de ser testigos impasibles y atemorizados. Ya no callarán. El clamor popular irá en aumento. Al G8 le queda poco tiempo. ¿Es su saludo de despedida? Ojalá. 

Por cierto, a los dos días de la “foto de familia” el Presidente Obama ha pronunciado en Berlín un discurso extraordinario. Ha abordado, dejando traslucir una gran preocupación, temas esenciales para las grandes transiciones que pueden conducir al “nuevo comienzo”. Y ha subrayado que el progreso debe alcanzar a todos y no solamente a unos cuantos. 

Si Obama liderara y Hollande le acompañara…

¿PIB o FIB?

martes, 18 de junio de 2013

Se ha comentado estos días que en los últimos veinte años casi un 1000 millones de personas “han salido del umbral de la pobreza extrema”. 

Quedan otros 1000 millones viviendo en condiciones de gran indigencia… y la mayoría de los que nazcan lo harán en zonas de extraordinarias precariedades. 

Eso sí, se seguirán invirtiendo inmensas cantidades en gastos militares y armamento, porque “garantizar la seguridad es lo primero”. 

China es la gran protagonista de estos “avances”… pero, ¿qué se entiende por “sacar de la miseria”? ¿asegurar que no se muere de inanición? Es necesario repetir una y otra vez a los poderosos que no se trata del derecho a la vida… sino a una vida digna, de tal modo que todos los seres humanos puedan ejercer plenamente las facultades distintivas –¡pensar, imaginar, anticiparse, crear!- de nuestra especie. 

Es, pues, apremiante pasar del PIB, que tan bien conocen los más prósperos, en cuyas manos se concentra en gran medida, al FIB, es decir, del “producto interior”, en términos dinerarios y mercantiles, a la “felicidad interior”, en un contexto de convivencia apacible, sin desigualdades ni asimetrías intolerables, en el que cada uno pueda ser “libre y responsable”, como se establece en la inigualable definición de educación que figura en el artículo 1º de la Constitución de la UNESCO. 

Para ello son precisas varias transiciones: 

- De una gobernación mundial de grupos plutocráticos (G7, G8,…) de diseño neoliberal, basados en las leyes del mercado, a unas Naciones Unidas refundadas, fundamentadas en los “principios democráticos” universales. 

- De una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía de desarrollo global sostenible y humano, en que se atienda a las grandes prioridades mundiales: alimentación; agua; sanidad; medio ambiente; educación; paz. 

- De una cultura de imposición, dominio y violencia a una cultura de diálogo, conciliación, alianza y paz. 

- De la fuerza a la palabra. 

Ya en Butan y en algunos Estados de Brasil se está ensayando la fórmula: FIB en lugar de PIB. En pocos años será realidad porque los del PIB cada vez serán menos y los del FIB cada vez serán más. Porque, pacífica pero firmemente, los “pueblos” pueden ahora ya expresarse libremente. Porque en el ciberespacio la movilización de los que, como John Lennon, quieren el FIB, quieren ser felices y no, aunque estén bien comidos, vasallos de un sistema en el que son simples números, consumidores y operarios anónimos, invisibles, será imparable. 

En pocos años, !muera el PIB y viva el FIB!

Sesgos ideológicos en el Tribunal Constitucional, gravísimo atentando a la democracia

lunes, 10 de junio de 2013

A la aplicación precariamente democrática del “rodillo” parlamentario basado en una mayoría absoluta reflejo de pretéritos resultados electorales, ahora el gobierno añade la más incomprensible y lesiva todavía estratagema en contra de las libertades públicas y de las garantías de un sistema basado, precisamente, en la independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. 

En varias ocasiones (*) he escrito sobre la necesidad de que la interpretación de la ley no esté vinculada a la ideología de los jueces, porque es un atentado muy grave a la misma línea de flotación de un régimen democrático. 

Pues bien: ya tenemos a un gobierno que “blinda su política” -contraria, en muchos aspectos importantes, a la de su programa electoral- con una “mayoría fiel” en el Tribunal Constitucional (“El País”, 8/6/13) al tiempo que utiliza su “rodillo” incluso para la aplicación de leyes que, por su naturaleza, son supra-partido político, pilares esenciales de un sistema genuinamente democrático. 

Es muy peligroso lo que están haciendo. No sólo porque provocarán la objeción de conciencia e incrementarán la desafección a los políticos y a las instituciones más relevantes del Estado sino porque –y ésto es tan crucial para el futuro que debemos destacarlo tenazmente en un auténtico clamor popular- están hurtando a la ciudadanía, sobre todo a los más jóvenes, mucho más que unas conquistas sociales y unos derechos que se creían consolidados: les están robando la esperanza. 

Reflexionen. Rectifiquen con diligencia. La única solución es más democracia, mejor democracia. Es en ella donde radica el aliento para contribuir a un “nuevo comienzo”. 

Siria: urgente refundación del Sistema de las Naciones Unidas y eliminación de los grupos plutocráticos (G7, G8, G20)

miércoles, 5 de junio de 2013

El drama sirio reclama de forma apremiante un cambio radical en la manera de abordar posibles soluciones. Víctimas de ambos bandos, tortura, sufrimientos sin límites, violencia y desolación sólo pueden resolverse con unos millares de “cascos azules” como fuerza inmediata de interposición, como anticipo de la mediación de quienes representarían a todas las naciones de la Tierra. 

Es una gravísima irresponsabilidad seguir, en este caso y otros similares, confiando en eventuales acciones de organizaciones regionales o países históricamente relacionados cuando lo único que debe imperar es la justicia a escala internacional y su inmediata aplicación por instituciones multilaterales de ámbito global por todos reconocidas. 

Asistimos, mientras pasan días y días de horror, a acciones inoperantes ya que se desconoce quiénes son en realidad los “insurgentes” y quiénes apoyan a las fuerzas “oficiales”. 

Sigue la tragedia mientras los países que podrían tomar la decisión de refundar un multilateralismo democrático eficiente pasan el tiempo hablando de cuestiones económicas, déficits, pagos de deuda, primas de riesgo… 

Para hacer patente la urgencia de que sean unas Naciones Unidas dotadas de los medios necesarios y con el respaldo de todas las naciones de la Tierra las que tomen en sus manos las riendas del destino común y alejen de las mismas a grupos o entidades especializadas en el comercio y en transacciones económicas e industriales, he aquí los títulos de algunos artículos de opinión recopilados en los tres últimos meses (mientras seguían muriendo niños, adolescentes, mujeres, hombres…): 

• “Armas contra El Asad” (“El País”, 2/03/13). 
• “Armar, o no, a los rebeldes sirios” (“Informe Semanal de Política Exterior”, 11/03/13). 
• “A U.N. appeal to save Syria” (“New York Times”, 16/04/13). 
• “EEUU rearma a sus aliados para contener la amenaza de Irán” (“El País”, 22/04/13). 
• “El Senado de EEUU promete apoyar a Israel si finalmente ataca a Irán” (“El País”, 18/04/13). 
• “Israel acusa al régimen sirio de usar armas químicas contra los rebeldes” (“El País”, 24/04/13). 
• “Siria: lo que se nos viene encima” (“El País”, 27/04/13). 
• “La UE estudia vías para enviar armas a los rebeldes sirios” (“El País”, 28/05/13). 
• “Rusia acelera la venta de armas a Siria y acusa a la UE de echar “leña al fuego”” (“El País”, 29/04/13). 
• “Hacer algo y hacerlo ya” (“El País”, 29/05/13). 
• “La oposición siria naufraga sin líder” (“El País”, 1/06/13). 

 ¿Se dan cuenta del caos estratégico-institucional-político a que ha conducido un proceso de “globalización” que ha marginado todavía más al Sistema de las Naciones Unidas? 

“Todos los seres humanos iguales en dignidad”. Todas las víctimas, todas, valen lo mismo. Es una situación que no debe prolongarse ni un día más. Los líderes están para hacer frente a estos problemas. Levanten, por favor, la vista de los “índices de competitividad”… y sean competentes en lo que realmente importa.

La hora de los pueblos

martes, 4 de junio de 2013

… “¡Qué pena que pensando que puedes hacer poco, no hagas nada!” Edmund Burke 

España rebajó a la mitad su ayuda oficial al desarrollo en 2012 (“El País”, 4/04/12), convirtiéndose en el país de Europa con un “tijeretazo” mayor a la solidaridad y cooperación internacional. Miles de voluntarios que, por muy poco o nada, se esforzaban en el desarrollo a escala global, en compartir, que es el principio de la convivencia apacible, han visto mermada o anulada su actividad. Contribuir a la seguridad alimentaria -¡cuando tantos miles de personas mueren al día de inanición!-; garantizar el acceso a agua potable…; servicios sanitarios adecuados para todos… Es la actitud lo que de verdad interesa, es la voz de los pueblos trasladada en acciones concretas de hermandad para una vida digna. 

Es un error “recortar” en ciudadanía activa, en hombres y mujeres que se saben y se sienten ciudadanos del mundo, que no aceptan que el “bienestar” se concentre en menos del 20% de la humanidad que habita en los barrios prósperos (hasta ahora) de la aldea global. 

Siempre pacíficamente, pero tenazmente, pero intrépidamente, los pueblos deben ahora, presencial y virtualmente, alzar su voz. Protestas y propuestas. Propuestas, sobre todo, para los cambios que no pueden postergarse. Las redes sociales -15 M, DRY, change.org, avaaz,…- deben unir sus fuerzas haciendo propuestas muy concretas y movilizadoras para lograr millones de adhesiones. Para que el “gran dominio” (militar, mediático, financiero, energético) se de cuenta de que sus estratagemas de permanencia están periclitando. 
Frente a la crisis sistémica que nos envuelve y amilana, conferir poder e iniciativa a la sociedad civil y volver a orientar la acción política por los principios democráticos y nunca más por los “mercados”.