La jerarquía eclesiástica española no sólo influye sobre el Estado… sino sobre sus propias instituciones

jueves, 31 de enero de 2013



La jerarquía eclesiástica debería ser la primera en respetar plenamente, en su estrategia educativa, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Es inadmisible que los alumnos que opten por la educación religiosa, evaluable,  no sigan la “alternativa” de educación ética… y que la  Educación para la Ciudadanía se sustituya por una “Educación Cívica” debidamente ahormada por unos criterios que se hallan en total desacuerdo con el Estado “aconfesional” que establece, con muy buen sentido, la Constitución española.

Recientemente, la Conferencia Episcopal ha “intervenido” depurando a los ponentes de unas jornadas organizadas por las “Escuelas Católicas”!

Cada día que pasa pienso más, como el Obispo Casaldáliga, en la necesidad de una iglesia “del Evangelio y de las sandalias”.

USTED PRIMERO, SEÑOR MINISTRO JAPONÉS



El Ministro Taro Aso considera que los ancianos deben “morirse pronto” para apoyar la reforma de la Seguridad Social.

Si los viejos sobran, usted, que tiene 72 años ya, pase por favor primero.

Es el colmo del mercantilismo, de juzgarlo todo por el dinero… cuando se refiere a los demás, desde luego.

Una de las grandes conquistas de la humanidad en su conjunto ha sido prolongar el misterio de la existencia.  En unas décadas la longevidad ha aumentado en España 20 años.  No se trata de dar más años a la vida sino más vida a los años también.

La gran mayoría de los que llegan ahora a la tercera edad deberían poder disfrutar de este “suplemento vital” y compartir el tesoro de su experiencia personal.

Por otra parte, los abuelos cada vez son más necesarios para ayudar a los nietos.

Lo dicho, Señor Ministro: si piensa realmente que los ancianitos deben morirse pronto, pase usted primero…

“Me duele este niño hambriento como una grandiosa espina” (Miguel Hernández)

jueves, 24 de enero de 2013

Hagamos de la gran injusticia colectiva, de la gran vergüenza de nuestros días, de los “efectos colaterales” de un sistema basado en el poder absoluto del dinero, el motivo principal de nuestra acción cotidiana, de nuestra movilización a favor de una vida digna de todos los seres humanos. 

“La pobreza es la forma más terrible de violencia”, advirtió el Mahatma Ghandi. 

Frente al consumo de lo superfluo y el despilfarro, tendamos las manos a los más menesterosos. 

La espiral de subdesarrollo y supeditación sólo puede evitarse con la capacitación endógena, con el amparo y el conocimiento. 

Es necesario alcanzar a los todavía inalcanzados, hacer visibles a los todavía invisibles, porque “ojos que no ven, corazón que no siente”. 

Hasta ahora el progreso y la riqueza se han distribuido en el coto cerrado y protegido de los habitantes del barrio próspero de la aldea global que no representan sino el 20% de la humanidad. 

“Cada generación de niños ofrece a la humanidad la posibilidad de reconstruir al mundo de su ruina”, declaró Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children, en 1919. Desgraciadamente, el Partido Republicano de los Estados Unidos no ha permitido que su país firmara la Convención sobre los Derechos de la Infancia en 1989. Más tarde, en junio de 2002, el gobierno Bush evitó toda referencia a dicha Convención en la Asamblea General de las Naciones Unidas. También, frente a la práctica unanimidad, rechazaron suscribir el derecho humano a la alimentación en la Conferencia organizada al respecto por la FAO. 

Al establecerse en el año 2000 los Objetivos del Milenio los países más ricos fueron incapaces de aprobar un fondo de 40.000 millones de dólares para poder rápidamente socorrer a los más necesitados. ¡Esta es la cantidad que se invierte actualmente en diez días en gastos militares y armamento! No me cansaré de repetirlo: mueren al día entre 25 y 35.000 niños y niñas de uno a cinco años de hambre al tiempo que la “preparación para la guerra” cuesta 4.000 millones de dólares. 

Jon Sobrino ha pasado este mensaje terrible, que no debemos olvidar: “La forma más extendida de terrorismo es matar a la gente de hambre”. 

Sí, debe dolernos cada niño hambriento como una grandiosa espina…

Excelente discurso inaugural del segundo mandato del Presidente Obama

miércoles, 23 de enero de 2013

Menos mal que, en medio de tantas realidades y previsiones sombrías, el Presidente Obama aparece como el líder que, a la cabeza el país todavía más poderoso de la tierra, puede iniciar el "nuevo comienzo", la inflexión histórica de la fuerza a la palabra. 

Tiene ahora, a pesar del acoso del Partido Republicano donde radica el "gran dominio" militar, financiero, energético y mediático, la autoridad moral a escala planetaria que le permitiría reponer los principios democráticos donde los "globalizadores" situaron las leyes mercantiles; los valores éticos donde, tan erróneamente, se impusieron los bursátiles; y podría emprender la reconstrucción de un multilateralismo democrático que, respetando a "todos los pueblos" -como establece la Carta- y no sólo a los más prósperos y poderosos, podría abordar los grandes temas socioeconómicos, medioambientales y de seguridad y paz, adoptando medidas a escala nacional y mundial que impliquen a todos los habitantes de la Tierra, tan separados hoy, tan desiguales, tan desconcertados, tan menesterosos muchos... 

He aquí alguno de los párrafos que considero interesante destacar: 

-"Juntos, hemos descubierto que un mercado libre sólo prospera cuando hay reglas que aseguren la competencia y el juego limpio". -"Juntos, decidimos que una gran nación debe cuidar a sus vulnerables..."

-"...Hemos comprendido que cuando los tiempos cambian también debemos cambiar nosotros, que la fidelidad a nuestros principios fundamentales requiere nuevas respuestas a nuevos retos". 

-"Entendemos que nuestro país no puede tener éxito cuando unos pocos que cada vez son menos viven bien y que las mayorías en aumento a penas salen a flote". 

-"Comprendemos que nuestros gastados programas son inadecuados para las necesidades de nuestro tiempo". -"Nosotros, el pueblo, todavía creemos que nuestras obligaciones como norteamericanos no son sólo para nosotros sino para toda la posteridad. Responderemos a la amenaza del cambio climático, sabiendo que dejar de hacerlo traicionaría a nuestros hijos y a las futuras generaciones..." 

-"El camino hacia las fuentes de energía sostenible será largo y a veces difícil. Pero EEUU no puede resistirse a esta transición, debe liderarla". 

-"Nosotros, el pueblo... también somos herederos de aquellos que ganaron la paz y no sólo la guerra..."

-"Renovaremos las instituciones que amplían nuestra capacidad para abordar crisis a escala internacional". 

-"Apoyaremos la democracia desde Asia hasta África; desde las Américas hasta el Medio Oriente, porque nuestros intereses y nuestras conciencias nos obligan a actuar en nombre de aquellos que buscan la libertad". -"La paz en nuestros tiempos requiere el constante avance de los principios de nuestro credo en común: tolerancia y oportunidad; dignidad humana y justicia". 

-"Nuestro viaje no estará completo hasta que encontremos una mejor manera de dar la bienvenida a los esperanzados inmigrantes... hasta que los brillantes estudiantes y los ingenieros sean enlistados en nuestras fuerzas de trabajo en lugar de deber abandonar nuestro país". 

-"Ahora es tiempo de decisiones". 

-"Ustedes y yo, como ciudadanos, tenemos la obligación de dar forma a los debates de nuestro tiempo, no sólo con los votos que emitimos, si no con las voces que levantamos en defensa de nuestros valores y nuestros ideales". 

Obama, otra oportunidad para esclarecer los rumbos de un mañana respetuoso con los jóvenes y las generaciones venideras, para enderezar los entuertos ocasionados por la extrema codicia, por la ofuscación del poder absoluto en lugar de la democracia genuina.

Derecho a una información veraz

miércoles, 16 de enero de 2013

Libertad irrestricta de expresión -la UNESCO, en el Art. 1º de su Constitución, establece la necesidad de garantizar la "libre circulación de las ideas por la palabra y por la imagen"- y derecho a una información veraz. 

Cuando escribe, el periodista puede decir lo que quiera. Cuando describe, debe transmitir con exactitud lo que ha acontecido. Si le proporcionan informaciones, debe contrastarlas, porque si la noticia no es fidedigna, el lector o el oyente recibe descripciones sesgadas o totalmente falsas. 

Insisto hoy en este tema y reivindico este derecho porque con motivo de un vídeo-comunicado a la reciente manifestación en Bilbao sobre el acercamiento de presos, no sólo se ha producido una reacción tan inexacta como furibunda por parte de algunos periodistas (de cuyo nombre y medio de comunicación no quiero acordarme) sino que en las referencias a mi persona no dicen, especialmente en algunos casos, nada que sea cierto. Es pura invención, fruto de la animadversión ideológica y de la obediencia ciega a las consignas recibidas. 

Ni asistí a la manifestación ni, desde luego, declaré una sola palabra en favor de la amnistía. Tampoco apoyo otras reivindicaciones que al parecer se formularon por asistentes a la misma. Quien lo desee puede escuchar el vídeo ( http://www.youtube.com/watch?v=WQvaeg80S4k ) y comprobar que se trata de una tergiversación y manipulación indignas, que han sido rápidamente utilizadas por los fanáticos que piensan que "calumnia, que algo queda". 

Allá con su conciencia. Por mi parte, "¿Ladran?. Cabalgamos". Seguiré trabajando en favor del buen periodismo. Seguiré procurando la necesidad de aplicar los derechos humanos en un contexto genuinamente democrático. Como advirtió Quevedo, "No he de callar, por más que con el dedo silencio avises o amenaces miedo". 

Derecho a una información veraz.

Derechos Humanos, deber de palabra

miércoles, 9 de enero de 2013

El pleno ejercicio de los Derechos Humanos no se alcanzará hasta que los seres humanos se expresen libremente, hasta que su voz sea oída y atendida por quienes ejercen, en su nombre y representación, el poder. No es casual que en la Constitución de la UNESCO el “libre flujo de ideas por la palabra y por la imagen” figure en el mismo artículo –el primero- en el que se define a la educación como el desempeño del don supremo de la especie humana, la libertad, junto a su esencial acompañante, la responsabilidad. “Libres y responsables”. 

Ya hace siglos que algunos “adelantados” a su época preconizaban la ineludible necesidad de manifestar sus opiniones para vivir “humanamente”. Es famoso el poema de Quevedo: “No he de callar, por más que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o amenaces miedo. / ¿No ha de haber un espíritu valiente? / ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? / ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?”. 

Pero la inmensa mayoría de los ciudadanos siguieron siendo súbditos silenciosos, espectadores impasibles, testigos mudos y atemorizados de lo que acontecía. Y daban su propia vida sin rechistar. 

Me impresionó la capacidad de algunos líderes para tratar de interpretar la voz y el grito pensados pero contenidos: “Dejadme escuchar este silencio ensordecedor”, dijo el Presidente François Mitterrand. 

En 1969, el Profesor José Luis Aranguren escribía lo siguiente: “El intelectual presta sus voz a los unos, es su portavoz, y procura despertar con su voz la de los otros, de los enajenados, de los manipulados, de los que, para repetir las palabras orteguianas, no asisten a la existencia, a la suya que, como ya he dicho, no es nunca sólo suya, sino que está siempre entretejida con la de los demás”. 

“Nos queda la palabra”… repitió Fernando Buesa en los plenos de las Juntas Generales de Álava (1983-1989). Víctima de ETA, la Fundación que lleva su nombre ha perpetuado su luminosa estela con el nombre de “El Valor de la Palabra”. Los asesinos le abatieron físicamente pero, ciertamente, nos queda, nos quedará para siempre, la palabra, su palabra. 

Deber de palabra para la plena efectividad de los Derechos Humanos. Para la transición de una cultura de imposición, violencia y dominio a una cultura de diálogo, conciliación, alianza y paz. Luis García Montero ha plasmado en unos inspirados versos el amanecer de la era del entendimiento y de la solución de los conflictos por la palabra: “Venga a mi, / en los ojos del joven que levanta la mano / y pide la palabra, / y confía sin más en las palabras…”. 

Con frecuencia, callamos a medida que nos hacemos mayores, en lugar de aprender a desinhibirnos y manifestar sin cortapisas lo que pensamos. 

Hace años leí que “los padres enseñan a hablar a sus hijos pequeños; ya crecidos, los hijos enseñan a sus padres a callar”. 

El silencio de los pueblos fortalece el poder absoluto, el proceder arbitrario de los gobernantes, el obediente comportamiento de los representantes parlamentarios que no “parlan”, que siguen sin objeción alguna las consignas del partido, del mando. 

“En los tiempos que vivimos, escribía hace unos días Manuel Cruz en “El País”, nadie debería permanecer callado respecto a los asuntos que a todos conciernen”. 

Hoy, por fortuna, me gusta repetirlo porque es componente básico de la esperanza de cambio, el tiempo de silencio ha concluido. ¡“Delito de silencio”!... porque, gracias a la moderna tecnología de comunicación e información, se avecina la inflexión histórica de la fuerza a la palabra. 

Derechos Humanos, deber de palabra.

Sobre un olvido y dos sorprendentes intromisiones

martes, 8 de enero de 2013

1. Declaraciones del Rey al cumplir los 75 años
No voy a comentar las declaraciones ni las preguntas del entrevistador ni los comentarios de una serie de personajes –mujeres y hombres- coetáneos del Rey. Sólo quiero destacar la ausencia, en todas sus intervenciones, de una sola palabra relativa a la Reina. Es sorprendente y, en un análisis totalmente imparcial, inadecuado e inmerecido. 

2. Intromisión del Ejército en la política: 
Tampoco voy a comentar con detalle las manifestaciones del Ministro de Defensa el 6.1.13… pero lo cierto es que los “separadores” son capaces de superar, en dramatismo, desacierto y destiempo, a los “separatistas”. No es por la fuerza como se resuelven estas cuestiones. Es por la palabra. Es adecuando la “vertebración del Estado” mediante las correspondientes adaptaciones de la Constitución. 

3. Intromisión de la Iglesia en la política venezolana: 
¿Qué hace la Conferencia Episcopal de Venezuela interviniendo en temas estrictamente políticos y declarando, con un sesgo evidente, que no tener en cuenta la fecha del 10 de enero para la toma de posesión del Presidente reelecto “sería moralmente inaceptable”?... Es una intromisión muy grave. Esa no es la Iglesia que los creyentes deseamos.

Noticia muy importante: “Newsweek” deja de publicar en papel impreso

viernes, 4 de enero de 2013


Creo que es muy importante esta decisión del grupo editorial de Newsweek: pasan del papel a la “nube”. Es lógico que una gran parte de las informaciones se difundan, por la actualidad y rapidez que representa la modalidad virtual, a través de soportes informáticos. Pero sigo pensando que algunas noticias, al menos, deberían merecer su impresión y poderse conservar “físicamente” en los anaqueles. 

No desconfío de la capacidad de almacenamiento virtual, ni de la permanencia de la “nube”… pero todavía pienso que la sustitución total del papel impreso debería realizarse con cautela, con especial cuidado para aquellas cuestiones o temas que deben resistir el paso del tiempo como referentes necesarios para orientar los rumbos de las generaciones venideras.

“La política es el arte de lo imposible” (corrigiendo a Aristóteles)

jueves, 3 de enero de 2013

Llevo muchos años diciendo que la solución de los problemas requiere en cada momento el análisis que permita decidir si las soluciones que se vienen aplicando siguen siendo útiles o deben modificarse. Recuerdo cuando un Premio Nobel de Física, al iniciar su conferencia, proyectó una diapositiva en la que se leía tan solo una palabra: “Inercia”. “Éste es nuestro gran enemigo, indicó, ya que nos impide con frecuencia hacer las transformaciones que son imprescindibles para enfrentar los desafíos de cada momento”.
 
También he repetido, por la experiencia adquirida a lo largo de muchos años, que no debemos hacer caso a las “sabias” recomendaciones de “hay que ser realista”, “el pragmatismo es fundamental”. Los “realistas” nunca han sido capaces de modificar la realidad, porque la aceptan.
 
Está claro que hay que inventar el futuro, que hay que buscar permanentemente nuevos caminos, para transformar los “imposibles” de hoy en “posibles” mañana.
 
Los grandes políticos son los que han sido capaces de llevar a efecto, con imaginación y audacia, los cambios radicales que se consideraban “imposibles”.
 
Para mí fue muy importante la declaración del Presidente Kennedy en Washington en el mes de junio de 1963: “Ningún reto se halla más allá de la capacidad creadora de la especie humana”. Y ahora, más recientemente, la sentencia de Amin Maalouf –“Situaciones sin precedentes requieren soluciones sin precedentes”- y la de la Presidenta de Brasil Dilma Rousseff –“Para convertir nuestros sueños en realidad debemos superar las líneas de lo posible”-.
 
Y, por último, pero en primer lugar, la famosa aseveración de Albert Einstein: “En tiempos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.
 
Deben enterarse, pues, todos los expertos, especialmente los economistas, que insisten en aplicar a problemas nuevos soluciones viejas. Hay que atreverse a corregir a Aristóteles y proclamar que “La buena política, es el arte de lo imposible”.