Urgente: reunión extraordinaria de las Naciones Unidas para acordar fórmulas inmediatas de acción

lunes, 3 de septiembre de 2012


He escrito mucho, desde hace tiempo, sobre este auténtico apremio mundial. Tengo previsto publicar en los próximos días algunos aspectos adicionales sobre este tema. Pero hoy creo que debo insistir en la necesidad inaplazable de una “convocatoria extraordinaria” para poder hacer frente a una serie de retos que, de otra manera, podrían ensombrecer todavía más los horizontes actuales.

Me voy a limitar a trasladar a este Blog algunos titulares de la prensa (“El País”) del viernes 31 de agosto, que considero que tendrían que inducir un clamor popular global en favor de la eliminación inmediata de los grupos plutocráticos (G8 y G20) y la revitalización –refundación- de las Naciones Unidas. En otro caso, la debacle política, económica y ética mundial se hará inevitable. Es imposible aducir que debemos esperar a que gane Obama –desde luego, si pierde sería horrible- o a que conserve el poder la señora Merkel, o que el Presidente Hollande se mantenga firme en el cumplimiento de sus promesas electorales.

He aquí algunos de los títulos a los que me refería: “Egipto incita a la rebelión en Siria en la Cumbre de Teherán”; “Ban Ki Moon exigen en Teherán que cumpla con la ONU para evitar la guerra”; “El Consejo de Seguridad, bloqueado”; “La ONU alerta sobre los avances del programa nuclear iraní”; “Los ataques de infiltrados en las fuerzas afganas golpean la retirada de la OTAN”; “Sudáfrica procesa a los mineros con las leyes del apartheid”; “El Amazonas se tiñe de sangre” (matanza de decenas de nativos yanomami en la selva venezolana); “Un gran negocio bajo el mar: explotación de los fondos marinos” (Europa prepara un mapa detallado que dé acceso a mineras, farmacéuticas y energéticas); …

Ya ven: sin una reunión extraordinaria y la urgente designación de unos “representantes de todos los países” que fueran capaces de rápidamente proponer fórmulas apropiadas para cada uno de estos retos, en poco tiempo podría producirse el enorme disparate, absolutamente inmoral como fue el de Irak, de la invasión de Irán, o dejar que se sigan violando los derechos más elementales tanto en poblaciones indígenas o en quienes trabajan en explotaciones mineras en manos de multinacionales que no velan, precisamente, por las condiciones de trabajo ni medioambientales… Seguirá sin solución el drama sirio. Afganistán seguirá produciendo el 90% de la heroína que se consume en el planeta…

La sustitución de la justicia social por los “mercados” para orientar la economía ha sido un terrible fracaso. Como lo ha sido la sustitución de las Naciones Unidas por grupos plutocráticos. Ha llegado el momento de enmendar rápidamente unas tendencias que podrían conducir, si no se atajan decidida y lúcidamente, a una auténtica debacle a escala global.

3 comentarios

Camino a Gaia dijo...

El poder del crimen económico organizado es de tal envergadura que será difícil llevar a buen término la imprescindible primacía de las Naciones Unidas. Son ellos quienes controlan los gobiernos.
Hubo quien dijo que era mejor no explicar mediante la maldad aquello que puede explicar la estupidez. Sin embargo, eso supone atribuir a la maldad una sensatez de la que siempre ha demostrado carecer.
Resulta difícil saber cual de las dos predomina en el gobierno de nuestro mundo.

3 de septiembre de 2012, 23:13

Estoy totalmente de acuerdo y pongo mi granito de arena de apoyo a este planteamiento.
Pero los Mercados no van a reconocer su fracaso e intentarán, a sangre y fuego, sobrevivir y crecer.
Un abrazo.

4 de septiembre de 2012, 15:32
Juliana Luisa dijo...

Totalmente de acuerdo, pero, tal como están las cosas en estos momentos, creo imposible que la ONU alcance la autoridad que necesita, no hay más que pensar en lo que sucedió en Río+20.
La única solución que veo es decidida intervención de la sociedad civil. Solución,que, no obstante, veo todavía lejana.De todas formas, cuente con mi apoyo.

Un saludo

4 de septiembre de 2012, 18:52