“COMO EL TITANIC, A LA DERIVA….”

miércoles, 29 de junio de 2011

Estamos viviendo momentos de grandes turbulencias, porque se considera que no hay alternativa a lo que se hace, no hay otros caminos, no hay otras salidas. “No hay plan B”… Y nos adentramos progresivamente en la peor estancia: la de lo inexorable, la del fatalismo. Hay que reducir los déficits, hay que obedecer el dictado de los “mercados” (por cierto, ¿quién es, en realidad, el “mercado”?). Y hacerlo en plazos perentorios (¿porqué no se podrían aplazar los tiempos, para permitir una normalización de la economía, de cuya situación, además, no suelen ser responsables los presentes gobernantes?).

Hay que privatizarlo todo, debilitando todavía más a los Estados (ya se ha demostrado, ¡con qué heridas sociales!, que no es siempre el mejor camino). Y hay que reducir el empleo público (¿no habíamos quedado en que hay que crear empleo?).

No importa que se sitúe a algunos Estados –uno entre ellos se ponía como “ejemplo” a seguir hasta hace bien poco en los centros universitarios de MBA- al borde de la revolución. No importa nada. Los líderes no ven otra cosa que los resultados de las agencias de calificación ni escuchan otras iniciativas que la de los mercados.

Amin Maalouf, no me canso de repetirlo, nos ha advertido de que “situaciones sin precedentes requieren soluciones sin precedentes”. Pues nada, seguimos obcecados en dar puntualmente –porque si no los mercados nos castigan- respuestas de ayer a planteamientos de hoy.

Los “globalizadores” – economía de mercado, oligarquía plutocrática, deslocalización productiva, armas, tráficos supranacionales, petróleo… - siguen en sus estertores, dominando el escenario del poder. Y los planes de una economía de desarrollo global sostenible basada en el conocimiento; la refundación de unas Naciones Unidas fuertes, con un Consejo de Seguridad económico y medioambiental…; la re-localización de muchas producciones; el desarme, sobre todo nuclear y de armas propias de pretéritos conflictos; la eliminación de los paraísos fiscales y la regulación del tráfico y uso de drogas; energías renovables, ya!;… se aplazan indefinidamente.

Hace falta un “volantazo”. Algunos líderes mundiales deberían darlo ante el fracaso estruendoso, la total inoperancia de los G8 y los G20, con conflictos –Libia, Siria, Yemen…- completamente desbocados….

Si, hemos chocado –sobre todo en Europa- con los restos de un gran iceberg (el del “gran dominio”) y el Titanic comienza a hundirse, mientras que, como en la historia real, la orquesta sigue interpretando “Fascination” con pertinaces y obcecados bailarines… mientras el naufragio se consuma.

Estamos todavía a tiempo. A condición de que los principios democráticos se impongan, serenamente, firmemente, a los mercados.

Antes era la amenaza de los golpes de Estado. Ahora de los golpes de “mercado”

viernes, 24 de junio de 2011

(D. Leonel Fernández, Presidente de la República Dominicana).

Los golpistas tradicionales, aunque con frecuencia azuzados desde el exterior, son locales y se les conoce o pueden ser identificados. Frente a ellos es posible adoptar medidas preventivas y correctoras, por bien urdidas que estén sus acciones.

El “mercado” en cambio, es un poder sin rostro. Es fruto de una gran cesión de atribuciones –no sólo económicas- en procesos de privatización que tan ponderados han sido por los voceros y beneficiarios de la globalización como el remedio de todos los males y han resultado ser, cuando se han excedido en magnitud y competencias, males de muy difícil remedio. Poder sin rostro y sin arraigo, tentacular, que representa al “gran dominio” (financiero, militar, energético y mediático), que acosa a la democracia e impide una política social, con maniobras especulativas inadmisibles, sin la pretendida regulación y desaparición de paraísos fiscales, marginando a las Naciones Unidos (grupos plutocráticos G8, … G20, con la Organización Mundial del Comercio situada directamente fuera del ámbito de la ONU) y actuando con total impunidad en el espacio supranacional (tráficos de toda índole, mafias, pabellones “ficticios” en barcos mercantes, deterioro medioambiental descontrolado… ).

En resumen: Estados débiles y “mercados” fuertes.

Si no se acomete resueltamente una refundación del Sistema de las Naciones Unidas, dotándole de la representatividad y autoridad que es ahora más necesaria que nunca; si no se realizan en la Unión Europea rápidas acciones de emancipación y tienen lugar los “esfuerzos creadores” a los que aludía Robert Schumann en 1950; si no se procede con prontitud y eficacia a propiciar Estados fuertes y asociaciones regionales compactas y solidarias… la deriva del mundo será imparable.

Y es que no se pueden sustituir impunemente los valores de justicia social por el interés mercantil; no se puede gobernar eficazmente desde la dependencia y sumisión frente a la insaciable voracidad de los “mercados”.

Que nadie se engañe: mientras no se enderecen radicalmente las tendencias actuales a escala planetaria, las promesas de crear empleo y propiciar bienestar a los ciudadanos hoy tan atribulados serán pura demagogia para encaramarse en el poder… y, al día siguiente, seguir sometidos a los “golpes de mercado”.

Crear empleo, ¿cómo? ¿Ajustando todavía más –como pide de nuevo la Unión Europea a Grecia, al borde de la quiebra y de la revolución? ¿Recortando también más el empleo público y las grandes obras de infraestructura? ¿Privatizando todavía en mayor grado las últimas empresas estatales devenidas económicamente eficientes? ¿Vendiendo incluso –en África, en el Egeo- territorio?

O los Estados reaccionan de una vez y ponen orden y plazos en lo que haya que cambiar; eliminan el lavado de dinero; ponen en marcha sus propias agencias de calificación y observatorios a escala regional; confieren autoridad moral y fuerza real al Sistema de las Naciones Unidas… o los Estados irán sucumbiendo a los “golpes de mercado”, de los que nos advierte lúcidamente el Presidente Leonel Fernández.

Parar la guerra en Libia y solicitar una tregua en Yemen y Siria, al tiempo que se faculta a las Naciones Unidas como interlocutor único

miércoles, 22 de junio de 2011

Siria, Yemen… ya están fuera del alcance de los grupos plutocráticos que decidieron atacar a Libia por unas razones que ahora parecen no contar en su caso.

Tampoco son eficaces las Naciones Unidas actuales, utilizadas esporádicamente, según convenga, por los mismos Estados que las han marginado y debilitado durante años.

Es urgente –lo he escrito en múltiples ocasiones- “refundar” unas Naciones Unidas unidas con representación ponderada en la Asamblea General (50% de Estados; 25% de instituciones; 25% sociedad civil) y en los Consejos de Seguridad (conflictos y catástrofes); de Seguridad Sanitaria y Medio Ambiental; y de Seguridad Socio Económica.

Pero todavía es más apremiante, en tanto se convoca resueltamente una Asamblea General Extraordinaria y Constituyente, reunirse todos los países y conferir unánimemente a las Naciones Unidas el papel de interlocutor único, para apoyar y resolver debidamente las actuales situaciones conflictivas, que no se solucionarán por la fuerza.

En consecuencia procede:

a) Parar la guerra.

b) Acuerdo urgente de todos los países confiriendo a las Naciones Unidas autoridad para actuar como interlocutor único tanto en Libia como en Siria y en Yemen.

c) Facilitar con la urgencia requerida la convocatoria y reunión de la Asamblea General arriba indicada.

De “ajustadores” a “ajustados”

viernes, 17 de junio de 2011

Durante décadas, los países más prósperos de la Tierra, que habían sustituido las ayudas por préstamos, los concedían en unas condiciones draconianas, a las que denominaban “ajuste estructural”.

Para recibir estos créditos los países debían, en efecto, cumplir tres requisitos: privatización, reducción de los efectivos administrativos, y realizar infraestructuras (que, siendo un país “en desarrollo” eran ejecutadas por empresas de los países prestamistas).

En diversas ocasiones puse de manifiesto, antes los órganos directivos de la UNESCO, mi total disconformidad con unas exigencias que beneficiaban más a los donantes que a los prestatarios.

Los “recortes” en los efectivos públicos se aplicaban, sobre todo, a los maestros y profesores!

Siendo Rector de la Universidad de Granada, en 1969, me encomendaron –entonces España era un país “subdesarrollado” –recibir un importante préstamo del Banco Mundial para la formación profesional en Andalucía oriental.

No quiero entrar en detalles, pero sí decir que, al cabo de casi dos años, sabiendo además todas las cargas que deben ser satisfechas por quienes reciben los préstamos desde el inicio de las negociaciones, decidí expulsar de mi despacho a la numerosa Delegación del Banco Mundial que, por tercera vez, se desplazaba a Granada desde Washington para ir “elaborando” las distintas fases del proceso. Pensé que era inadmisible la humillación a la que de manera permanente nos sometía la burocracia del Banco. El Ministro a la sazón –don José Luis Villar Palasí- aceptó, por cierto, dada las razones que la motivaron, mi decisión.

Pues bien: ahora se han vuelto las tornas y son los países que hasta hace unos años “ajustaban” a los países en vías de desarrollo los que ahora se ven “ajustados” y deben hacer recorte tras recorte, privatizar, reducir los efectivos y sueldos de los funcionarios…

Lo único que sucede es que, si lo miramos bien, en último término, el “gran dominio” que estaba detrás de los ajustes estructurales es el mismo que ahora promueve los ajustes de los otrora países acaudalados y maneja, a su gusto, las agencias de calificación.

De “ajustadores” a “ajustados”. Conviene aprender rápidamente la lección. Y reaccionar.

Acción serena para el triunfo de la expresión ciudadana

jueves, 16 de junio de 2011

Ayer se cumplieron 34 años de las primeras elecciones democráticas en España tras un prolongado periodo en el que las urnas brillaron por su ausencia. Es un día a recordar y para rendir tributo, sobre todo, a quienes dejaron en la transición, voluntariamente, lúcidamente, solidariamente, trozos, a veces grandes, de su túnica. Por primera vez en muchos años se vivió el júbilo de comprobar que la voluntad de los ciudadanos podía expresarse libremente. Y ayer, en Barcelona, transcurridos 34 años, miles de personas se manifestaron ante las rejas del recinto del Parlament.

La fuerza del pueblo está en el número, en la proclamación tranquila pero firme de sus deseos, de sus protestas y de sus propuestas. La acción serena que desde el 15 de mayo se ha extendido desde la Puerta del Sol a plazas y calles de tantas ciudades españolas y extranjeras constituye para todos un motivo de satisfacción porque ya era hora de pasar de espectadores impasibles, de testigos ahormados, de receptores distraídos a actores, a emisores, a participantes. De súbditos a ciudadanos.

A principios de la década de los 90, cuando la moderna tecnología de la comunicación y en particular internet y la telefonía móvil pusieron al alcance de los ciudadanos la capacidad de participación no presencial, estaba claro que se avecinaban tiempos fascinantes, y que el siglo XXI podría ser, por fin, el siglo de la gente, de la democracia genuina, de la que de forma permanente escucha y actúa en virtud de la voz de los pueblos.

La democracia real no es la que existe, sino aquella que refleja fidedignamente la voluntad de la gente. He repetido con frecuencia que en las elecciones (y voy a votar siempre, porque es uno de los pilares de la representación popular) nos cuentan pero que luego, a menudo, no contamos, no somos tenidos en cuenta. Sobre todo cuando, como ahora acontece, los medios de comunicación transmiten, tanto en la prensa como de forma audiovisual, versiones muy deformadas de la realidad, de lo que sucede.

No cabe duda de que la democracia a escala local, nacional y mundial es manifiestamente mejorable. Hasta ahora era muy difícil participar. Ahora ya no lo es. Por ello es muy lógico que, muy pronto, sean centenares de miles y millones los ciudadanos de todos los países que expresen su asentimiento y disentimiento, sus proyectos y propuestas a través del ciberespacio, teniendo una gran capacidad de convocatoria y movilización. La democracia saldrá beneficiada porque será la voluntad popular la que pondrá coto al acoso actual de los mercados y las agencias de calificación sobre los gobernantes; reformará, allí donde proceda, las pautas electorales y suprimirá los paraísos fiscales; transformará una economía de especulación y guerra (4.000 millones de dólares al día) en una economía de desarrollo global sostenible; fomentará la educación que permite dirigir con sentido la propia vida y actuar en virtud de la reflexión personal.

Pero todo esto vendrá de la acción serena, nunca de la violencia ni del forcejeo. En Madrid y otros muchos lugares de España, el comportamiento de vigilantes y vigilados ha sido, en general, excelente. Deseo vivamente que, a partir de ahora, lo mismo pueda decirse de Barcelona. Ojalá, después de 34 años, pueda remozarse la vida democrática española. Ojalá la imagen inicial del 15-M permanezca para garantizar el triunfo de la expresión ciudadana, una contribución que no se hará utilizando la fuerza.

El 15-M puede representar una gran inflexión en favor de la evolución, contra la inercia que consiste en querer seguir aplicando fórmulas de antaño a los problemas de hoy. La evolución permite cambiar lo que debe cambiarse y conservar lo que debe conservarse. La alternativa es la revolución, y (me gusta insistir en ello) la diferencia es la "r" de responsabilidad.

El por-venir está por-hacer. Seamos capaces de inventarlo.

Artículo publicado en "elPeriódico.com", 15 junio 2011

Sin brújula ni camino

lunes, 13 de junio de 2011

¡Vaya año que llevamos! El corazón deshecho en lágrimas ante tantas tragedias y sufrimiento, y la mente perpleja al comprobar la incapacidad de los líderes mundiales para reaccionar ante las catástrofes naturales o provocadas, ante la situación provocada por el inmenso error de sustituir la justicia social y los asideros éticos por el mercado... que, en sus últimos estertores, intenta seguir condicionando la acción política.

Para empezar, el colosal terremoto y tsunami de Fukushima... y la "primavera árabe" en Túnez y Egipto... y luego en Libia, armada hasta los dientes por los mismos que decidieron atacarla -"es cuestión de horas"- en una operación precipitada en lugar de confiar, al tiempo que se restablecía su autoridad, a unas Naciones Unidas unidas como interlocutor único representando a todo el mundo y no sólo a los G8 o G20, una salida adecuada...; y luego Yemen y Siria, completamente a su aire, fuera del alcance de los grupos plutocráticos que siguen empeñados en cumplir cometidos que no les corresponden; y los volcanes en Islandia, Hawaii, y el Cono Sur de América Latina..., así como los incendios de Arizona, que demuestran que los Estados Unidos siguen teniendo muchos aparatos para la guerra pero no para hacer frente a las catástrofes..., y tifones de una fuerza devastadora inusitada; e insólitas explosiones solares; y más y más muertos de este escándalo permanente que representa el narcotráfico, especialmente en América Latina, sin que el "gran hermano" del Norte se avenga, fracasada la acción militar, a la despenalización y abaratamiento radical del consumo, una vez demostrado que el precio no tiene ya efecto disuasorio alguno; ...el Escherichia coli del "pepino" que no era del pepino y pone en evidencia la falta de rigor y de coordinación en situaciones de alerta sanitaria de la Comunidad Europea; ...los "efectos colaterales" de aviones sin piloto manejados a distancia que producen más quebrantos de los que resuelven; ...¿y el medio ambiente?: el "gran dominio" militar, financiero, energético y mediático se encarga de ocultar la gran responsabilidad, por sus efectos potencialmente irreversibles, de las generaciones presentes en su legado de habitabilidad de la Tierra a las futuras... mientras que el norte europeo sufre ahora las mayores sequías de muchas décadas cuando en el Sur llueve abundantemente...

Otro acontecimiento a destacarse, el Movimiento 15-M que, desde la Puerta del Sol, ha extendido su voz, pacíficamente, firmemente, y ahora ya son muchas las plazas, no sólo de España, en las que la palabra empieza a prevalecer sobre la fuerza, las propuestas sobre las protestas... y la sociedad civil podrá, seguramente en muy pocos meses, desde la gran plaza mundial del ciberespacio, fomentar la movilización popular que consiga, con millones de adhesiones, iniciar transformaciones radicales y consolidar la democracia.

Para darnos cuenta de la auténtica "tormenta" de acontecimientos que los grandes magos del espectáculo y del entretenimiento intentan apartar de nuestra vista y consideración, anoto algunas de las noticias del sábado, día 11 de mayo de 2011:

-"El ejército sirio asalta la ciudad sublevada..."

-"Israel se moviliza -¿hasta cuándo?- para que la ONU no acepte el Estado palestino..."

-"El jefe del Pentágono critica la falta de inversión europea en defensa" (¡que sigue siendo la OTAN, dependiente de los Estados Unidos!)

-"El país más boyante de Europa es la "rechazada" Turquía..."

Y aquí, en España, como en Europa, a los pies de las agencias de calificación, al tiempo que, ¡todo vale!, denostados y denostadores unen sus fuerzas para lograr alcaldías o gobiernos autonómicos, ascienden al poder quienes pronto, con toda probabilidad deberán dejarlo por decisión judicial; los que decían ser independientes demuestran no serlo; los que van a gobernar allí donde no lo hacían prometen hacer lo contrario de los que han hecho allí donde ya gobernaban...

Sin brújula ni camino.

-"Crearemos empleo". ¿Cómo?

-"Urge poner fin a la hipócrita ambigüedad occidental sobre el régimen de Bashar al-Asad". ¿Cómo?

Es necesario, en consecuencia, contemplar serenamente, pero con apremio, la situación mundial y urgir que se adopten con rapidez las medidas oportunas, sabiendo que no se puede salir airoso localmente de situaciones que afectan al conjunto de la humanidad.

Lo primero que hoy debería hacer (los Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea, la Comunidad de Estados de América Latina y El Caribe, la Organización de la Unidad Africana, la Liga Árabe, la Federación Rusa, los países del Este, especialmente China, la India y Japón...) es convocar una Asamblea General Extraordinaria y Constituyente de las Naciones Unidas que, para poner orden en el caos originado y mantenido por los "globalizadores" y grupos plutocráticos, disponga, junto a un 50% de representantes de Estados, otro 50% de instituciones de la sociedad civil, así como de tres Consejos de Seguridad: para conflictos y catástrofes; para cuestiones socioeconómicas; y para cuestiones de salud y medioambientales. Todos ellos -Asamblea y Consejos- con voto ponderado pero con la participación y representación que le proporcionen la autoridad moral y funcional que en estos momentos es imprescindible.

De otro modo, unos continuarán clamando contra las dictaduras que les oprimen y otros contra la dictadura de los mercados... pero, sin brújula ni camino, nada cambiará: unos cuantos seguirán mandando (los "grandes poderes"), el mundo se seguirá "agrietando", moral y físicamente, porque se invierten 4.000 millones de dólares al día en armas y gastos militares cuando, en un genocidio invisible, intolerable, insostenible, mueren de hambre más de 60.000 personas... No me cansaré de repetirlo.

Es tiempo de acción. No podemos seguir sin brújula ni camino.

"Cuando las barbas de tu vecino..."

jueves, 9 de junio de 2011

La prensa ha anunciado, inmediatamente después de la derrota del Presidente del Gobierno José Sócrates en el país vecino, que "la derecha de Portugal endurecerá el plan de ajuste"... Privatización, recortes adicionales, más desempleo, a los pies de las agencias de calificación... porque los "mercados", con la eurozona y especialmente con los PIGS, no descansarán hasta que todo esté en manos de los grandes consorcios financieros internacionales, incluidos China y los países productores de petróleo.

Se ha hablado mucho de "creación de empleo"... pero ¿cómo?. No se sabe. De momento lo que anuncian todos -en el país vecino y en horizonte español- es más obediencia a los especuladores, los sobrevivientes del "naufragio" de los globalizadores, que fueron rescatados por el G-20 y ahora acosan permanentemente a los inocentes "rescatadores".

Grecia ha sido obligada a privatizar hasta límites insospechados, ¡incluyendo la proposición de venta de algunas islas del Egeo! ¿De qué le ha servido? Los mercados siguen sin confiar en la Unión Europea, y atacan sin compasión el flanco socialista.

Mientras las empresas de algunos países, con una notoria deslocalización productiva, muestran considerables beneficios, los gobiernos se ven sometidos a recortes y más recortes. Algunos países pueden hacer billetes, mientras en la eurozona hacemos el ridículo. Bruselas pone más deberes a los PIGS. El Presidente Obama y la Canciller Merkel consideran urgente actuar en favor de la estabilidad económica de Europa. Pero todo ello sin hablar de desarme, ni de la autonomía de la seguridad europea, ni de refundar el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que cumplan fielmente las misiones para las que fueron creados en el año 1944.

¿Y el medio ambiente? ¿Y la lucha contra el hambre y la pobreza? ¿Y la urgente recomposición de unas Naciones Unidas unidas y fuertes que sustituyeran de una vez a los grupos plutocráticos, cuya incapacidad ya ha sido suficientemente demostrada?.

De eso nada. Nada de nada.

Donde hay capitán no manda marinero. Y el capitán es hoy el mercado y las impresentables agencias de calificación...

De los PIGS ya sólo queda España indemne. Pero, si no espabilamos pronto, también aquí ganarán los del "mercado". Las últimas actuaciones de alarma infundada en Castilla La Mancha (cuando la situación es realmente catastrófica donde ya gobernaban) y declaraciones irresponsables sobre la solvencia española, inmediatamente orquestadas por Moody's, el Financial Times y el Wall Street Journal, advierten claramente de lo que sucederá en España si también aquí la justicia social se sustituye, al fin y al cabo, por el mercado.


Hay que reaccionar. Ahora, antes de que, inexorablemente, "pongamos las nuestras a remojar"...

"La evolución pendiente"

lunes, 6 de junio de 2011

Extraigo a continuación algunos de los comentarios que formulo en el prólogo del libro de José Monleón, así titulado, de una extraordinaria actualidad, que será publicado en breve plazo.

- Quieran o no quieran reconocerlo, estamos viviendo, en los últimos meses, inflexiones, auténticos "saltos" históricos, que podrían situarnos pronto en el "nuevo principio": el post-neoliberalismo (que conducirá a una economía guiada de nuevo por la justicia social y basada en el desarrollo global sostenible, con estricta regulación financiera internacional y eliminación de los paraísos fiscales, al tiempo que se "relocaliza" gran parte de la producción y se atemperan los gastos militares); el post-"religionismo" fanático, tanto del Islam como de otras creencias; el post-hegemonismo plutocrático, confiriendo al Sistema de las Naciones Unidas la autoridad que requiere para actividades ejecutivas y preventivas.

- Por eso me gusta repetir que estamos viviendo una formidable transición a la democracia genuina, gracias a la participación no presencial, al ciberespacio. Desde la Puerta del Sol, la palabra, al fin, prevalecerá sobre la fuerza, extendiéndose a todas las "plazas" de todos los rincones del mundo con millones y millones de internautas, ciudadanos del mundo, no sólo "indignados" sino implicados, no sólo con protestas sino, sobre todo, con propuestas. La marea virtual ya no se detendrá.

- En este libro José Monleón alza la voz y pone su conocimiento y experiencia al servicio de los impostergables cambios radicales que, pacíficamente, firmemente, deben llevarse a cabo. Cumple con el "deber supremo" -Pedro Salinas- de seguir a pesar de los pesares, de no desfallecer.

El gran enemigo de la evolución es la inercia, que pretende solucionar desafíos de hoy con fórmulas de ayer. Evolución o "revolución", con el siempre indeseable riesgo de violencia. Me gusta repetir que la diferencia entre ambos es la "r" de responsabilidad. Y que situaciones sin precedentes requieren soluciones sin precedentes.

Ahora, de las plazas al ciberespacio. Ahora, la implicación personal y las propuestas

viernes, 3 de junio de 2011

Ahora, en poco tiempo, movilizaciones múltiples y periódicas para mantener el debate y formular conclusiones muy precisas para ser reivindicadas por miles y miles de internautas: ésta será la gran fuerza para propiciar cambios visibles y reales en el corto plazo.

Por ejemplo:

-Reforma electoral, advirtiendo claramente -podrían sumarse millones de internautas a esta petición- que no podrían figurar ni se votaría a candidatos imputados, etc.

-Independencia de los medios de comunicación. La situación actual es de una obediencia partidista intolerable, conduciendo a una profunda desinformación de los ciudadanos. Indicar claramente que, después de un plazo razonable, no se adquirirá la prensa escrita de esta naturaleza ni los periódicos que contengan anuncios de prostitución, así como no se comprarán los productos que se anuncian en las cadenas de televisión o en las emisoras "dependientes".

-Total autonomía de la justicia. De manera inmediata deberán tomarse las medidas adecuadas, no correspondiendo a los partidos políticos el nombramiento de los miembros de Tribunales que, deben actuar con absoluta imparcialidad, en virtud de sus conocimientos profesionales.

-Supresión de los paraísos fiscales. Dando un tiempo suficiente, se retirarían los fondos que los ciudadanos tienen depositados en aquellas instituciones financieras que no tuvieran un comportamiento ético y estuvieran relacionados con los paraísos fiscales.

Otras propuestas muy concretas -sobre agencias de "calificación"; acoso del "mercado" a la eurozona y a la acción política; re-localización productiva; refundación de unas Naciones Unidas eficientes para la gobernación mundial, con la rápida desaparición de los grupos plutocráticos (G8, G20); etc.- Podrían anunciarse después de que una o dos de las mencionadas, u otras que se decidieran, mostraran la fuerza de la movilización virtual.

Ahora, para que se mantenga todo el inmenso interés suscitado, el 15-M debe trasladarse a los ordenadores y conseguir adhesiones "millonarias" a sus propuestas.