A vuela pluma (III) LOS RACISTAS NO CABEN EN LA DEMOCRACIA

viernes, 12 de febrero de 2010

“No cabemos todos”, ha manifestado en un momento infausto, la líder del Partido Popular de Cataluña.


Los que no deberían caber son quienes a estas alturas, a principios de una nueva era, de un “nuevo comienzo”, se expresan así. Si profundizamos un poco en nuestros antecedentes resulta casi siempre que, un día, “nosotros” fuimos “ellos”. Todos hemos sido emigrantes, inmigrantes, hasta originar estas comunidades plurales, mestizas, de gran diversidad cultural, que son garantía del respeto a la igual dignidad humana, piedra angular de todos los Derechos y principios éticos.


Es una vergüenza que los mismos que motivaron –a menudo con míseras retribuciones- la llegada de emigrantes en momentos de “expansión económica” favorezcan ahora su regreso, con severos e irrespetuosos comentarios a su condición.


Mientras algunos sigan aferrados a un sistema económico especulativo y con grandes inversiones militares, con deslocalización productiva hacia el Este –todo vale, sin reparar en condiciones laborales- y deslocalización directiva e innovadora hacia el Oeste, que favorece sólo al 20% de la humanidad y amplía los desgarros sociales, seguirán afluyendo emigrantes desesperados, a riesgo de su propia vida.


Con un gran plan de desarrollo global sostenible se proporcionarían las condiciones adecuadas de habitabilidad y progreso, lo que permitiría que la emigración fuera una decisión libremente adoptada, beneficiosa para todos.


Los necesitamos. Los necesitaremos, sobre todo, en un futuro, porque la baja natalidad y la mayor longevidad así lo requieren. Vean si no -los que mantienen el “ya no cabemos más”- las previsiones sobre emigrantes de las Naciones Unidas, y las de España concretamente.


Cabemos todos y todos somos iguales en dignidad.


El gran desafío para el futuro que anhelamos es com-partir mejor. Y para ello no hace falta más que echar un vistazo al mundo en su conjunto, para apreciar lo que tememos comparativamente.


Es cuando “miramos” al mundo cuando, súbitamente, nos sentimos hermanos (como establece, por cierto, el artículo 1º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).

3 comentarios

Anónimo dijo...

Como sociedad no podemos tolerar que cuando las cosas van bien queremos que vengan los emigrantes a realizar los trabajos que no desean los españoles y además les contratamos como mano de obra barata y les explotamos.
Ahora que la situación económica es mala no queremos saber nada de ellos.
Con esta panorama menuda herencia vamos a trasmitir a las siguientes generaciones.

12 de febrero de 2010, 14:11
Raimunda dijo...

He leído en el blog de Doña Rosa Mª Artal las aportaciones que hizo usted anoche en el programa de Gabilondo. Sus reflexiones acerca de la precariedad educativa de las sociedades actuales me han llegado al alma y han propiciado que buscara su actividad virtual, que suponía inevitable por su fe en las Nuevas Tecnologías como herramienta de acción social y unión ciudadana.
Mi cabeza bulle ahora, intentando ordenar mis ideas y cuestiones porque, aún sin creerme desprovista de sentido crítico, las circunstancias personales hicieron estragos en mi templanza y dejaron lagunas en mi formación académica que frustran mi deseo de caminar hacia otros sectores profesionales.
Por esto querría preguntarle qué puede hacer una persona con limitaciones -tanto intelectuales como de relación social- como yo, que querría transmitir a mi más inmediato entorno la necesidad de conocer la realidad, lo imprescindible de aparcar prejuicios y la importancia de luchar por la Educación de las nuevas generaciones, desde lo público y para lo público.
La desafección política en la isla en la que vivo alcanza cuotas peligrosísimas. Los lanzaroteños están tan cansados de las corruptelas políticas, que han dejado la autocrítica de lado, de manera que no identifican nuestros pequeños actos cotidianos como generadores del problema social que desemboca en la falta de ética de los representantes políticos, en el nepotismo y la exclusión social, agigantándose de una manera terrible la diferencia de clases y la desigualdad social.
De esta manera, durante años de ha abonado ese "no cabemos todos" que abanderan personas como la que usted cita y que, en el ambito insular de un rinconcito canario maravilloso, se magnifica para quienes proceden de otros puntos del planeta.
¿Como se lucha contra el neoliberalismo salvaje en un sitio en el que los más humildes han interiorizado que la Sanidad, la Educación y, en definitiva, los servicios más elementales, hay que privatizarlos para su mejora?
¿Cómo se saca a alguien que sufre las consecuencias del deterioro de los servicios públicos de la creencia de que PRIVATIZACIÓN=DESARROLLO económico y social?
Un saludo y mi más sincera enhorabuena por su espléndida lucidez.

12 de febrero de 2010, 16:24

"Jamás lo lejos arremetió tan cerca". (César Vallejo).

En un Mundo tan globalizado como el de nuestros días, es "estúpido" hablar de extranjeros, nacionales, blancos o negros cuando ya estamos todos tan juntos. Tenemos juguetes porque los chinos los fabrican, tenemos petróleo porque los árabes nos lo venden, tenemos electrónica porque los japoneses la desarrollan, y tenemos alegría porque los caribeños nos la contagian. Sin los fenicios no hubiésemos aprendido a escribir, sin los chinos a viajar, sin los ingleses estaríamos sin luz, sin los americanos no existiría internet,.. somos lo que somos por campartir lo que sabemos.

Si realmente podemos vivir una vida maravllosa juntos, ¿por qué complicársela tanto con problemas como "xenofobia", "racismo", "guerra",.. ???. Está en nuestras manos un Mundo más sencillo, lo demás no son más que intereses ocultos que benefician sólo a unos pocos. Los de siempre.

Un abrazo muy fuerte,

Jorge Medina Azcarate
One brother World

12 de febrero de 2010, 19:46